
En un brutal episodio de violencia de género, la joven argentina Paola Espíndola, de 24 años, sobrevivió milagrosamente a un ataque con más de 20 puñaladas propinadas por su esposo, Alejo Grisetti, el pasado 10 de diciembre en un hotel de Campo Carlo Magno, en los Alpes italianos.
El ataque ocurrió mientras Paola preparaba el desayuno en el lugar donde trabajaba. Grisetti la sorprendió por la espalda, infligiéndole heridas graves en el pecho, los brazos, la espalda, los pulmones (ambos pinchados), un riñón y una escápula fracturada. Además, una puñalada en la mano derecha le provocó pérdida de movilidad por sección de un tendón.
En un acto desesperado que le salvó la vida, Paola se arrojó desde un tercer piso para escapar, bajando luego corriendo por dos escaleras. “Siempre estuvo consciente. Se acuerda de cada detalle”, relató su hermana Maira Espíndola, quien viajó a Italia para acompañarla.