San Lorenzo respira y Atenas vive su tragedia griega. El equipo con más historia y títulos de la Liga Nacional, tras varias temporadas a los tumbos, finalmente se cayó del torneo y descendió a la Liga Argentina. Más allá del maquillaje en el nombre de ese certamen, significa que por primera vez los cordobeses jugarán en la B del básquet. Así quedó definido con la victoria del Cuervo, en Boedo, por 72-63 que le dio el 3-2 final en la serie por la Permanencia.
El Pando estaba que explotaba, alrededor del estadio había gente con camisetas, y adentro se cantaba al son de los bombos y platillos, estilo cancha de fútbol, “esta noche, cueste lo que cueste”. También había un puñado con camisetas verdes que había llegado de Córdoba, donde Atenas escribió la gran historia de ser el equipo más ganador de la Liga, con nueve títulos, y el único que jugó todas las temporadas. Uno de los responsables de la leyenda verde, el histórico Pichi Campana, que había apoyado al equipo, y estaba en la cancha.
Ahora, cuando la naranja viajó por primera vez al aire, el pasado dejó de jugar y comenzó el primero de los 40 nerviosos y decisivos minutos. Uno perdía la categoría con todo el dolor de ya no ser, y el otro, sin sobrarle nada, se quedaba colgado del último vagón. No olvidarse que CASLA y el Griego estaban en esta instancia por haber sido el anteúltimo y último, respectivamente, de la fase inicial.
Atenas empezó mejor, más controlado y bien en defensa, secando los primeros avances del local, único pentacampeón al hilo de la Liga hasta la 2020/21, y buscando en la pintura al único estadounidense de la serie, el pivote McClenton. El problema de los cordobeses era la escasa puntería (el yanqui sumaba 6 de los 10 más 4 rebotes), apenas 31% de cancha. San Lorenzo había tirado menos pero acumulaba el 50%. Al descanso se fue el local ganando por un bajísimo 14-12.
Crónica de un hecho anunciado, antes de que terminara el primer cuarto, y como también había sucedido (al revés) en Córdoba, hubo hinchas del local que insultaron y arrojaron objetos a los jugadores visitantes cuando el DT Castiñeira, ex San Lorenzo, pidió minuto. Los árbitros se quejaban, entre otras cosas, porque la policía, en lugar de estar atentos a la gente, miraban el partido…
Ya en el segundo cuarto, y después de 13 triples desperdiciados por ambos, Marín metió la primera bomba para que el Cuervo se escapará 19-12; el ala pivote era el goleador con 9 puntos. A éste tira de larga distancia le siguieron dos, de Cantón y Ortiz, quienes habían ingresado desde la banca de Atenas y del Cuervo. San Lorenzo había sacado 9 pero se secó y Atenas, que pudo correr en un par de transiciones, pasó al frente por 27-26 tras una muy buena defensa y contra de Konsztadt.
Marín sacaba la cara por el local con un triple (29-28) y se cruzaba con Sarmiento, generando una técnica para cada uno. Seguían los nervios y el ambiente caliente (Vito, uno de los árbitros, ligó un escupitajo), y por eso también se seguía explicando lo amarrete del resultado al descanso largo, pero con un poco de aire para CASLA gracias a otros dos triples casi fuera de contexto, de Marín (goleador con 15) y Pérez: 36-31.
Así se jugó el segundo tiempo
A pedir de San Lorenzo, y si bien Atenas se había puesto a dos (36-34), en el tercer cuarto pudo tomar mejores tiros y gestionar los nervios para ser más certero y sacar una máxima de 10 (52-42), que luego bajó a seis (54-48) con la cual llegó más tranquilo a los últimos 10 minutos de alguno de los dos equipos en la Liga.
Se esperaba un cierre apretado en el que el local quizá sintiera la presión. Sin embargo, fue Atenas al que se le encogió el brazo, sobre todo a McClenton, que ya venía desaparecido en acción y así siguió, además por la marca a presión que le aplicaban en la llave. Entonces, San Lorenzo sacó la nueva máxima (64-52) manejando el ritmo y hasta los rebotes, terreno en el que el Griego había sido mejor en la serie. Y hasta alargó la brecha con un triple de Paolorosso. Luego mantuvo el paso y la categoría. Atenas, no: descendió.