Un verdadero escándalo se vivió anoche en el estadio de All Boys, en el partido en el que Barracas Central venció 2-1 a Patronato. En un duelo clave en la lucha por la permanencia, el VAR, a cargo de Diego Abal y Diego Ceballos intervino y cambió el curso del encuentro.
Primero, llamó al árbitro del partido, Jorge Baliño, para que revisara una jugada que había terminado en gol del Patrón. Era por un presunto offside. Sin embargo, gracias a la tecnología, se podía apreciar que el pase que habilitó al futbolista del equipo de Paraná había partido del despeje de un jugador contrario. Hubiese sido el 1-0 para el visitante.
La otra polémica se dio sobre el final del encuentro. Iban ’38 del segundo tiempo, cuando Patronato cerró una contra con un golazo de Raúl Lozano. Era el 2-1. Sin embargo, el VAR volvió a intervenir, esta vez, por una presunta infracción en el área del visitante, en el inicio de la jugada. Baliño se acercó a chequear la jugada y terminó cobrando penal para el equipo que hizo de local en Floresta. Y anulando el gol del Patrón. Sebastián Rincón convirtió y Barracas se quedó con tres puntos clave en la disputa por no descender.
Una vez finalizado el encuentro, los futbolistas y el entrenador del equipo, Facundo Sava, salieron como una tromba a buscar al referí. Intervino personal de seguridad y efectivos de la Policía, hubo incidentes y cuatro futbolistas y un asistente de Patronato fueron detenidos. Hasta esta mañana, continuaban demorados en Buenos Aires.
“Me dan ganas de llorar, de irme a mi casa y no dirigir nunca más en mi vida”, dijo el DT del visitante tras el encuentro.