Boca en la Copa: la vuelta internacional a la Bombonera y el objetivo de Martínez ante Trinidense

Pasaron seis meses, nada más y nada menos. Seis largos meses en los que en el Mundo Boca pasó de todo, donde el club pareció dar una vuelta entera sobre su propio eje antes de este regreso a casa para jugar nuevamente un partido internacional.

Es que este martes, después de aquel 0-0 con Palmeiras jugado el 28 de septiembre pasado (el cual dejó abierta la serie que el equipo de Jorge Almirón terminaría definiendo en San Pablo), el Xeneize volverá a jugar un partido internacional en la Bombonera.

Ya no está el Profesor en el banco, ya no se prenden velas por el estado físico del Colo Barco. Ya pasó la locura para conseguir entradas para la bendita final de Río. También todo ese clima especial que se respira cuando hay un acto electoral a la vuelta de la esquina.

Pero, a partir de los últimos partidos del equipo, tampoco está la incertidumbre por no saber a qué juega el equipo. Mucho menos la incógnita de quién será el iluminado que salve las papas, si un zapatazo desde lejos de algún atrevido inspirado o las manos mágicas de Chiquito tras la sucesión imparable de empates.

No es poco lo que quedó atrás, pero tampoco lo es lo que consiguió en estos meses de trabajo Diego Martínez. Y si bien la escena de hoy no será precisamente la de un partido decisivo, decir Copa y decir Boca es un combo que para la gente es una tentación inigualable. Por eso, luego del debut en la aventura que significó el empate en Potosí, para el equipo del Gigoló la Copa Sudamericana casi que empezará hoy. En casa y con su gente, ante los paraguayos de Sportivo Trinidense. Será desde las 21 y por ESPN y Star+.

Claro, la incomodidad del estreno en medio de una situación más que indefinida en la Copa de la Liga hizo que el DT llevara una delegación totalmente alternativa a Bolivia. Y que a la cancha no saltara ningún titular a excepción del arquero Leandro Brey. Hoy, en cambio, el panorama en el certamen local cambió a fuerza de buenos resultados y -si bien necesita todavía un triunfo más para meterse en los cuartos de final- hay margen para empezar a darle importancia a la competencia continental.

Un equipo fuerte en busca de una victoria obligatoria

Por esa razón, la decisión a la hora de armar el equipo es no guardar tanto y tratar de no correr riesgos en un partido que no debería implicarlos. Es, de hecho, uno de esos compromisos en los que la victoria se impone obligatoria más por el contexto que por la necesidad. Martínez sabe que -en este momento de buenas sensaciones- debe intentar ir a lo seguro y evitar el disgusto que significaría un mal resultado.

Otro aspecto a tener en cuenta -con la premisa de que un triunfo xeneize casi que se impone- es que Boca debería buscar obtener una buena diferencia de cara a lo que puede ser una definición de grupo cerrada, pensando en la necesidad de terminar primero en la zona para ir directo a los octavos de final.

Pero, fundamentalmente, la apuesta es para poner primera en uno de los grandes objetivos del año. Esa meta es -ni más ni menos- volver a levantar una copa internacional, algo que ya lleva 15 años sin ocurrir y que en este 2024 tiene la particularidad de no llamarse Libertadores sino Sudamericana.

Aunque esta copa es justamente una oportinidad para reinstalarse en materia de titulos internacionales desde otro ángulo. Sin la presión que ya está claro genera la Séptima en el club, un título en esta competencia abriría la puerta a jugar la Recopa en 2025. Y empezar ese camino de reencuentro con títulos que lo pueden volver a instalar como el líder en esa materia en el continente, a la espera de recuperar el trono en su obsesión y también de que los resultados ajenos le den la chance de meterse en el Mundial de Clubes de 2025.

Por el Tri

Para todo eso aún falta, pero lo cierto es que la Sudamericana también es parte de los recuerdos de los hinchas y que reposa en las vitrinas xeneizes, que la ganó por duplicado en 2004 y 2005.

Por eso, ante Trinidense la apuesta es dar inicio a la búsqueda de ser el primer tricampeón de “la gran conquista” .Un aliciente más para una noche de copas distinta. Pero copera al fin.