Dibu Martínez, un fanatismo que despertó la pasión del arco en los más chicos

La Selección Argentina estalló en índices de popularidad y entre los jugadores, Dibu Martínez alcanzó índices de fanatismo muy grande entre los chiquitos. Eso se replica en los arcos de los clubes. 

El Mundial de Qatar 2022 fue sin duda uno de los hechos más emocionantes de los últimos tiempos. Las cinco millones de personas que salieron a la calle para celebrar con el equipo campeón del mundo fue tan solo una muestra del amor que despertó el equipo y, sobre todo, de la identificación que tuvo con los hinchas. El agradecimiento que despertó el plantel dirigido por Lionel Scaloni no solo tuvo su punto máximo en Lionel Messi si no que desató una pasión aparte en un personaje que, no solo fue clave para la obtención del título, sino que también caló por su carisma. El amor, principalmente en los más chicos, por Emiliano “Dibu” Martínez se multiplicó y se trasladó a las mismas canchas de fútbol con una situación que -históricamente- siempre fue difícil: ir al arco. 

Desde la Copa América 2021, en las calles y plazas se pueden observar muchas más camisetas del Dibu Martínez, casi al mismo nivel que las de la Selección Argentina. Diferentes tiendas que ofrecen ropa deportiva sostienen, ya desde hace unos meses, que la camiseta de Emiliano Martínez está agotada. Incluso tampoco se consiguen en los negocios oficiales de la indumentaria que viste al equipo campeón del mundo. En este sentido, en un repaso que hizo El Destape por otro tipo de páginas que ofrecen productos réplicas, desde diversas marcas sostienen: “En el último tiempo las camisetas de Dibu Martínez se venden casi a la par de las de Messi y fueron creciendo”. 

Por otro lado, las redes sociales -y las ventas en Instagram- replican un fenómeno que se generó en el último tiempo. Día a día aparecen videos, imágenes y fotos de chicos con camisetas verdes, rojas y con el 23 en la espalda.  En casi todos la camiseta es tan larga que les llega a la rodilla, casi al tobillo. Twitter e Instagram explotan con videos de los “Mini Dibu” que van al arco y que replican los festejos. Después de una atajada aparecen los hombritos, los gritos y los saltos. Si bien el amor por el arquero fue creciendo después de la Copa América lo cierto es que todo estalló tras el Mundial.  “El tema del arquero viene desde el 2021. Antes era Messi, Messi, Messi y se metió un personaje. No solo por las atajadas si no por los bailes y todo. En el partido con Australia también sumó y fue creciendo. Después de la Copa, la pose con Kolo Muani la repitió a cada rato“, dice a El Destape Lautaro Falcón. Lautaro es papá de uno de los tantos “mini dibu” que se multiplicaron en los últimos tiempos. En sus redes sociales, además, contó como su nene, que tiene 6 años y que mide 60 centímetros, le dijo al profesor que quería ir al arco y que allí pudo repetir una jugada similar a la de su héroe en uno de los tantos amistosos.  

Uno de los tantos videos que se conoció es el de Gaspar, un arquerito vestido por completo de color verde. Mueve los brazos, pide aliento, salta y grita.  “Siempre le gustó atajar, iba a una escuelita de fútbol, durante dos años fue y elegía el arco. Después llegó el Mundial y con eso el fanatismo total por el Dibu. Pero vaya a donde vaya, el va a jugar. En casa, con amigos. Donde juega, él es feliz”, contó Natalia, su mamá, a El Destape.  Es que el arquero de la Selección Argentina se convirtió en un héroe para los más chicos. Sin embargo, más allá de sus atajadas, lo cierto es que también hay otro aspecto del arquero que despierta algunas polémicas en sus detractores. 

Los gritos y los gestos después de ganar algún premio son el punto fácil de todos aquellos que critican al arquero y que dan un paso más allá hablando del “mal ejemplo” del arquero para los más chicos. En ese punto, Lautaro indicó: “Si, a veces uno celebra que quiera imitar a sus ídolos, pero me ha tocado tener que retarlo por algún objeto. Le tengo que decir que eso no está bien, me costó. Pero después hay más cosas”.  A su vez, Natalia -la madre de Gaspar- se quedó con la otra parte: “Con respecto a los gestos y actitudes, ¿qué decir? Argentina es el folklore es la pasión. A Dibu lo amamos. Revolucionó a todos los chicos, hoy todos quieren ser Messi y con él también quieren ser Dibu”. En ese punto rescató lo bueno: “Hay que disfrutar del amor que provocó en los chicos hacia el deporte. Sobre todo hacia al arco y que, más allá de sus bailes y gestos, es pura diversión”. 

En este punto, más allá de las “gracias” que hizo Dibu Martínez a lo largo del año y de un par de casos puntuales que se viralizaron, lo cierto es que en los clubes la presencia de chicos que quieren ser arqueros se multiplicó. Las escuelitas de fútbol pasaron de tener chicos que le esquivaban al arco, a tener que turnarse para que todos puedan ir al arco.  La situación se nota, principalmente, después de la Copa del Mundo y es fácil observar cómo incluso hay “jugadores de campo” que usan la camiseta del arquero.  Esto se nota en todas las categorías.  Demian Krynski es coordinador de Fútbol Queens, una escuela de fútbol dedicada -especialmente- al fútbol femenino. “Sabíamos lo que íbamos a ver. Pero no nos imaginábamos tanto. Después del mundial explotó la cantidad de chicas que quisieron jugar al fútbol. Tenemos un comienzo récord, casi un 50% de inicio por encima del año pasado. No tenemos récord de chicas que participan en la escuelita, pero si de inscripción. De chicas que se animan en el inicio de la temporada”. 

Más allá de lo que ocurrió con la cantidad de chicas que se sumaron a jugar al fútbol, lo cierto es que -específicamente en el arco- hay cada vez más chicas que se prenden a atajar.  “Lo bueno es que suman cada vez más, se ponen a atajar. Siempre eran más reticentes, pero ahora piden atajar también. Como que es parte del juego”. A esto se suma, además, la presencia de la arquera Lauchi Oliveros suma para que las chicas vayan al arco.