Memoria, unidad y marcha contra el plan económico de Milei

“Unirnos es una inyección de vida”, dijo Estela de Carlotto ante la multitud que colmó el salón Felipe Vallese de la CGT. Y fueron esos dos conceptos, la unidad y la vida, el denomininador común de los discursos de los que participaron del anuncio de la movilización del próximo 24 de marzo. Unirse para defender los derechos al trabajo digno, a la educación y la salud, todos “atacados” por el gobierno de Javier Milei. Una unidad que este próximo domingo, los organismos de derechos humanos expresarán –en la calle y todos juntos– con la CGT y las dos CTA como protagonistas de una marcha que se prevé masiva y no sólo para reivindicar a los 30 mil detenidos desaparecidos, sino también para denunciar que el plan económico del gobierno libertario es el mismo que implementó la dictadura cívico militar a partir de 1976. “Este 24 es muy importante porque acá está en juego la sociedad argentina”, apuntó el cosecretario general de la CGT, Héctor Daer y agregó que “unidos tenemos que expresarnos por memoria, verdad y justicia, pero también es el momento de la rebeldía”.

Se podía sentir la emoción en el Vallese, el salón de la CGT que lleva el nombre del trabajador metalúrgico que se transformó en el primer desaparecido de la Argentina. Delegados gremiales, dirigentes sindicales y militantes de los organismos de derechos humanos se entremezclaban en la previa a la conferencia que se realizó para anunciar la marcha del próximo 24 de marzo. Si hay diferencias entre estos sectores, que existen, se desvanecen cuando ingresan Taty Almeida de Madres Línea Fundadora y Estela de Carlotto de Abuelas de Plaza Mayo y es que a voz en cuello, los que están en ese salón, las abrazan.

De los triunviros de la CGT solo estuvo Daer. Pablo Moyano avisó que no podía participar porque estaba con reuniones por la compleja y trabada negociación paritaria de los trabajadores camioneros. Carlos Acuña, el también triunviro tampoco estuvo, sale poco, se está recuperando de una enfermedad. Por la CTA de los Trabajadores estuvieron Hugo Yasky y Roberto Baradel, entre otros. Hugo “Chachorro” Godoy fue la voz cantante de la CTA Autónoma y Alejandro Gramajo llegó como representante de la Unión de Trabajadores de Economía Popular, UTEP.

Por el universo sindical estuvieron todos y acordaron marchar juntos el domingo y compartir el escenario en Plaza de Mayo. “Tenemos que reventar la plaza, pero también todas las plazas del país porque este 24 es especial”, afirmó Taty Almeida que luego advertió que “en la Casa de Gobierno hay negacionista y tenemos un iracundo presidente que se la pasa tuiteando y queriendo gobernar por DNU. Tenemos que hacerle saber que él es el culpable del hambre que hay”.

Poco antes de la conferencia, los protagonistas compartieron un intercambio de ideas en el salón del cuarto piso de la CGT donde suele reunirse el consejo directivos. La necesidad de movilizarse, de confrontar con el gobierno nacional y, sobre todo, de impedir la continuidad del DNU 70/2023 fue parte del intercambio que mantuvieron dirigentes sindicales y referentes de los organismos de derechos humanos. Allí estuvo también Adolfo Pérez Esquivel, el premio Nobel de la Paz 1980 y presidente del Servicio Paz y Justicia. La única que no estuvo en ese aparte fue Carlotto, que llegó justo cuando comenzaba la conferencia.

Las voces sindicales

En la larga mesa que presidió la conferencia estuvo el secretario de Derechos Humanos de la CGT y titular del gremio de judiciales, Julio Piumato, que fue el primero en hablar. El dirigente recordó que los militares fueron la fuerza de choque de los poderes económicos que con sangre y represión impusieron el modelo económico que representaba José Alfredo Martínez de Hoz. “Hoy la violencia no llega por represión sino por el hambre que se genera este gobierno que pone en peligro la patria y por eso marchamos este 24. No estamos de rodilla”, avisó.

Si Piumato trajo la historia de Vallese al acto, fue Pérez Esquivel y también Estela de Carlotto los que recordaron al histórico dirigente de la CGT, Saúl Ubaldini. No solo fue el que encabezó la movilización contra la dictadura de marzo de 1982, sino uno de los pocos secretarios generales que participó de marchas con madres y abuelas como la septiembre de 1985 para pedir juicio y castigo a los responsables del genocidio.

“Cachorro” Godoy comprometió la presencia masiva de su organización porque, como afirmó, “es indispensable que este 24 de marzo sea un hito, que será un homenaje a los 30 mil, una ratificación de la lucha por la memoria, verdad y justicia y, además, una expresión de rechazo a las políticas del gobierno de Milei”.

Yasky, titular de la CTA de los Trabajadores y diputado de UxP, recordó que para las dictaduras los trabajadores fueron un objetivo a perseguir y criminalizar. En ese sentido señaló que “en el ADN del gobierno de Milei” está ese mismo objetivo y por eso convocó a marchar. “Es clave la movilización de los trabajadores porque el gobierno nos quiere paralizar y por eso el domingo la plaza debe quedar chica”, dijo mientras lo tapaban los aplausos. El titular de la CTA-T destacó además la unidad de las tres centrales obreras: “Tenemos que estar orgullosos de integrar el movimiento obrero, de ser trabajadores, argentinos y gritar que la patria no se vende”.

A su turno, Alejandro Gramajo de la UTEP fue categórico al afirmar que la Argentina sufre un modelo de saqueo sistemático que en los territorios más humildes se expresa como “una verdadera crisis humanitaria”. En ese sentido llamó a dejar de lados discusiones “pelotudas” que dividan y “ponermos espalda con espalda para defender a nuestro pueblo y evitar que se estabilice este modelo de saqueo”.

Daer, casi como un dueño de casa, agradeció a todos los que participaron de este encuentro. Recordó que a partir de la publicación del DNU, la central obrera se puso tres líneas de trabajo: la judicial, la política y la sindical que tuvo en enero como máxima expresión el paro del 24. En ese sentido Daer recordó que tanto el paro de enero, como el apoyo al paro y marcha de las mujeres y diversidades del 8 de marzo, forman parte del plan de lucha acordado que incluye además la participación en la movilización del próximo domingo. “Este 24 es muy importante porque está en juego la sociedad argentina. Tenemos que ser inteligentes, no achicarnos y defender lo nuestro”, indicó el jefe sindical.

Los organismos

Además de Pérez Esquivel, Carlotto y Almeida, también participaron Charly Pissoni por H.I.J.O.S. y representantes de la APDH, el MEDH y Familiares y Compañeros de los 12 de la Santa Cruz, entre otros.

El premio Nobel de la Paz consideró que estos son tiempos “resistencia y rebeldía” y que se debe expresar en la lucha contra el hambre, en el desarrollo de la soberanía alimentaria y en el respeto a los pueblos originarios. En ese sentido llamó a “construir la resistencia”, respetando las diferencias “y tener como objetivos comunes los derechos humanos y la democracia”.

Estela de Carlotto, sentada entre Daer y el titular de UPCN, Andrés Rodríguez, seguía con atención los discursos. No ocultó la emoción que le provocaba el encuentro, la alegría de sentirse acompañada, pero también reconoció que la personalidad de Milei la “asusta” y hasta lo llamó “malo” por no expresar empatía por los que sufren y maltratar con insultos a los que no los respaldan. La presidenta de Abuelas reconoció que “unirnos es una inyección de vida”, pero advirtió que esto no debe terminar con la marcha del domingo: “Hay que seguir juntos, todos juntos después del 24 de marzo”, convocó.

Taty Almeida se sumó a esa convocatoria y dijo que es preciso “hacer la unidad con hechos concretos, por eso no hay que bajar los brazos”. Poco después le envió un mensaje directo a Milei y a su vicepresidenta Victoria Villarruel: “Seguiré luchando mientras dios me de fuerzas. Tomá que voy a abandonar, porque acá no hubo guera sino genocidio”.

Todo terminó con aplausos, vivas, abrazos con la marcha peronista de fondo. El domingo, desde el mediodía, los organismos se concentrarán en avenida de Mayo y Piedras. Los gremios llegarán a la plaza por diagonal sur y las organizaciones ingresarán por la diagonal norte. Prometen que en la plaza no caberá un alfiler.